El amontillado Príncipe de Barbadillo, es un vino elaborado con Palomino Fino, su crianza es biológica y oxidativa por el sistema de criaderas y solera 8 años bajo velo de flor y 6 años de crianza oxidativa.
Una vez obtenida la fermentación se escoge los vinos más interesantes. Este vino fortificado llamado “sobretablas” se destina a la crianza en botas jerezanas, habitualmente de 500 litros, para que se desarrolle sobre la superficie el velo de flor. Formado por levaduras del género Saccharomyces Cerevisiae, este velo transforma el sobretablas en manzanilla con el paso del tiempo.
El sistema de crianza se caracteriza por las sacas y rocíos del vino entre las criaderas El sistema de crianza se caracteriza por las sacas y rocíos del vino entre las criaderas y soleras de las distintas bodegas. Después de 8 años de crianza biológica, el vino se fortifica con alcohol vínico hasta 18º y entra en un sistema de crianza oxidativa durante 6 años. La crianza oxidativa se realiza también en botas de roble americano, con el sistema de sacas y rocíos. Las botas se llenan completamente y el vino sufre una oxidación fisicoquímica que transforma la manzanilla en un amontillado.
FASE VISUAL
De bonito color ámbar, característica típica de los amontillados. Limpio y brillante.
FASE OLFATIVA
Intensa nariz, elegante y seductora. Notas salinas, de avellanas y tostados.
FASE GUSTATIVA
Buen equilibrio y estructura, largo recuerdo. Apreciamos la sequedad típica de los amontillados que refuerzan su complejidad. Buen postgusto.